jueves, 30 de junio de 2011

¿Quién va a los conciertos de Música Antigua?


Estos últimos días asistí a tres conciertos en Buenos Aires. El sábado estuve en el Museo Nacional de Arte Decorativo escuchando a La Barroca del Suquía junto a Soledad de la Rosa haciendo un programa en torno a Bach ("La biblioteca musical de JSB"), el domingo en el Teatro Colón fui a escuchar la Orquesta Simón Bolivar junto a Dudamel tocando la Séptima de Mahler (memorable!!!!!), y el lunes fui al Avenida al recital de música del Barroco Francés por el grupo "Café Zimmermann".

No voy a hablar ahora de lo que sonó en cada concierto (con sus diferencias de calidad, fueron buenos los tres), sino del público. Me llamó muchísimo la atención la cantidad de gente vieja (y MUY vieja) del concierto del museo, por lo que luego del mismo hablé con un amigo que trabaja en Festivales Musicales, preguntándole por qué tan poca gente joven. Resignado me contó que hay un abono juvenil para el ciclo de la Academia Bach (organizado por Festivales), pero que este año no lo compró NADIE (???!!!!), y que hicieron difusión, pusieron afiches en los conservatorios, y sin embargo no hubo quien comprara ese abono (que creo que cuesta $100 por todo el año).

En el concierto del Teatro Avenida había más gente joven, quizás porque se repartió entradas gratuitas a los estudiantes de la carrera de Música Antigua del Conservatorio Manuel de Falla. La platea no se veía tan blanca como el sábado, pero era overita. Finalmente, en el concierto de Dudamel, había más presencia juvenil.

Hace un par de horas entrevisté a Guisela Timmermann, para diario Perfil, a raíz de los conciertos de Dudamel (llenos de gente, vibrantes, entusiastas), y me dijo que el abono "Música para la juventud" de Mozarteum tiene este año OCHOCIENTOS abonados (cuatrocientos para cada uno de los dos ciclos que organiza la institución).

Hace tiempo que me preocupa la inserción de los jóvenes en el mundo de la música clásica (también me pregunto a veces si realmente es necesario insertarlos en ese mundo, y también me cuestiono acerca de lo obsoletos que suelen ser los conciertos y sus programas, pero eso es otro tema). Y como intérprete de Música Antigua, me asusta avizorar que en poco tiempo parte de mi público se va a morir (sic), porque siempre hay muchísimos ancianos en mis presentaciones.

No tengo una respuesta para el tema, pero por ahora tiro algunas preguntas:

1 - ¿Quién tendría que hacerse cargo de este tema? (¿los músicos, las asociaciones de conciertos, las entidades educativas????....)
2 - ¿No será que ya es hora de cambiar un poco el formato y la ceremonia de los conciertos?
3 - ¿No es llamativo que Mozarteum tenga tantos abonados juveniles, y que en otros sitios o ciclos no haya público menor de 25 años?

Lo dejo picando. Escucho ideas. Ojalá que esto les quede dando vueltas en la cabeza.

lunes, 27 de junio de 2011

recuerdos viajeros (nota en diario Los Andes, de Mendoza)

Ayer apareció en Diario Los Andes, de Mendoza, una nota que me hicieron en una sección que se llama "Mi viaje favorito". No sé bien cuál es mi viaje predilecto, pero tengo un puñado de situaciones memorables que cada tanto me gusta evocar. En esa nota pude hablar de mi primer llegada al pueblo misional de San Javier, en Bolivia, en 1996.

A continuación el link, para leer la nota completa, y tres fotos de pueblos misionales, para que puedan tener una mejor idea de lo que estoy contando. Que lo disfruten.



el claustro de Concepción

la Iglesia de San Miguel

la Iglesia de San Xavier

domingo, 26 de junio de 2011

y más y más puertas... (puertas del Camino, decimosegunda entrega)

Cinco puertas más del Camino de Santiago, como todos los últimos domingos. Hoy sin textos que acompañen las imágenes, sin buscar anclar lo visual en palabras ni intentar más significados que el propio de las fotos.

¡Feliz domingo, y a disfrutar de las imágenes!







miércoles, 22 de junio de 2011

una nota de ayer, de Diario Los Andes, Mendoza

Anticipando el concierto que hacemos esta noche con un grupo de amigos en el Auditorio Adolfo Calle, de Mendoza, salió ayer una nota en el diario Los Andes. Es una entrevista que me hizo el periodista Pablo Pereyra, quien además cita textos de este blog y de mi comentario para el programa de mano. ¡Aquí va!


Vivaldi inédito en el auditorio Adolfo Calle

El compositor barroco veneciano será homenajeado con un repertorio de obras nunca ejecutadas en Mendoza.

La idea es totalmente atractiva. Rescatar partituras de música instrumental en el entorno de la formación de cámara, desde el barroco en adelante, algunas inéditas en Mendoza, algunas incluso de primera audición en el país, aunando temáticas, compositores, períodos, estados de ánimo y conceptos estéticos, aunque siempre con libertad expresiva y organizacional.

Y, para acompañarlos en cada ocasión, con una muestra plástica in situ y una degustación de vinos en el cierre para socializar la velada con la intención de abrir la comunicación entre los músicos invitados y el público presente.

Esta es la propuesta de la Asociación Mendocina de Música de Cámara Doce Lius, en actividad desde noviembre de 2009, donde confluyen con un mismo objetivo diferentes artistas, en su mayoría músicos, pero del que también forman parte otros ámbitos disciplinarios.

Entre ellos Samira Musri, Rosa Fader, Nicolás Rauss, Jovita Kemelmajer, Roberto Stalinger, Diego Bosquet, Lucas Ramallo, entre muchos colaboradores más, abocados a revitalizar la música de cámara nacida y hecha en nuestra provincia, que ya tiene un espacio ganado a nivel nacional y latinoamericano con conjuntos independientes como Violetta Club, Parthenia, Vocal 1500, Quinteto Aconcagua, el Cuarteto Ecos, entre otros.

Por segundo año consecutivo la temporada 2011 de los Los Doce Lius arrancó en mayo con un programa de Mozart y Martinu y la exposición de Antonio Sarelli.

En este segundo concierto, de los cinco agendados para el año, el protagonista será Antonio Vivaldi, esta vez con seis de siete obras de la programación en calidad de estreno en nuestra provincia y una de ellas -el “In Furore Iustissimae Irae”-, un motete para soprano y cuerdas (composición polifónica nacida en el siglo XIII para cantar en las iglesias) se escuchará por primera vez en el país.

El aporte plástico en esta ocasión será una pintura del maestro ilustrador y caricaturista Luis Ciceri (1934-2007).

“Hay un montón de obras de diferentes instrumentos que muchas veces mezclan vientos y cuerdas, vientos y canto, o incluyen el piano, y la idea de esta asociación es convocar a diferentes músicos de cámara para para armar este ciclo y articular estos cruces”, explica la flautista Samira Musri, integrante del Cuarteto Ecos. “Este año la consigna es mezclar autores y estilos, como fue el caso de Mozart y Martinu”.

Todos los estilos

Para este concierto dedicado a Vivaldi, la asociación convocó al especialista de música antigua y flautista, el mendocino radicado en Buenos Aires Ramiro Albino, egresado del Conservatorio Nacional de Música Carlos López Buchardo de Capital Federal y de la Escuela de Música de la UNCuyo.

“No es ningún aniversario ni nada de eso...”, aclara Ramiro Albino. “Antonio Lucio Vivaldi es un compositor que todo el mundo conoce pero, al mismo tiempo, pocos conocen. Escribió cantidad inmensa de obras, de óperas, de música sacra, de conciertos, de obras de cámara, sin embargo nadie las toca o siempre tocan lo mismo, como ‘Las cuatro estaciones’.

La idea para este concierto es rescatar lo inédito, hacer un programa con cosas que no se han hecho nunca en la Argentina y otras que no se han hecho nunca en Mendoza”.

El concierto recorrerá todos los estilos compositivos de Vivaldi, desde los conciertos de cámara con solista, un motete sacro, con gran contenido de conceptos de la ópera y una obra litúrgica donde aparece el coro, para ir pasando por diferentes estados de ánimo vivaldianos.

“Credo’ no se hizo nunca en Mendoza, así como el concierto ‘La Notte’, y el ‘In Furore Iustissimae Irae’ es estreno nacional, obras que van a ser un aporte al medio”, amplía Albino.

El programa de Vivaldi estaba planeado desde el verano pasado, luego emprendieron la búsqueda de las partituras, después convocaron a los músicos (que recibieron las fotocopias por correo electrónico) y en los últimos días previos al concierto se armaron una serie de ensayos minuciosos donde se alternaron por separado y en conjunto la soprano, los instrumentistas y el coro.

En esta oportunidad, recibiendo la visita de un talentoso matrimonio rosarino, los destacados cuerdistas Rodolfo Marchesini en violín y Paula Weinmuhler en viola.

Marchesini, un referente a nivel nacional y que ya tocó como invitado en esta asociación y en otras agrupaciones mendocinas en distintas fechas, comparte la dirección de este concierto junto a Ramiro.

“El mundo de la música antigua es relativamente pequeño. Habrá unos doscientos músicos argentinos dedicados a ella y en la carrera uno va conociendo a uno y otro y las invitaciones se van cruzando y este recital es un ejemplo de estos entrecruzamientos entre amigos y colegas”, explica Albino, director actualmente del reconocido ensamble Capilla del Sol, dependiente del museo bonaerense Fernández Blanco, especialista en música antigua latinoamericana. Capilla del Sol debutó en Mendoza en el Festival Internacional de Música Clásica “Por los Caminos del Vino” en 2004.

Las actividades de los Doce Lius se complementa con la programación no sólo de conciertos, sino también de cursos y conferencias.

Rescatando al maestro

“Durante mi adolescencia, en Mendoza, descubrí la música vocal de Vivaldi. Tuve la suerte de poder cantar, en el coro del Colegio Universitario Central, parte de su obra sacra, que me fascinaba. Intentaba leer en el piano las armonías de la orquesta, buscaba algo de material y nunca encontraba demasiado. Mi profesora de música de 6° año me prestó una biografía del compositor. Leí unos apuntes de historia de la música que no decía casi nada, mientras trataba de buscar grabaciones que al menos me sirvieran para conocer más de su obra. Pasó el tiempo...” recuerda Ramiro. “Pero este año llegó el momento de sacarlo del freezer, de estudiarlo y de armar un concierto dedicado por completo a su obra, de poder armar y dirigir el motete y uno de los Credos y de atreverme a tocar un concierto para flauta y cuerdas, otro desafío postergado, en este caso porque me parecía imposible”.

Por eso este “Vivaldissimo” llega a modo de rescate de este imprescindible compositor veneciano que influyó de manera decisiva en la música posterior.

Pablo Pereyra - ppereyra@losandes.com.ar

martes, 21 de junio de 2011

anticipando el concierto de mañana...

una foto del ensayo de ayer, en el Auditorio Adolfo Calle, de Mendoza

Mosaico Vivaldiano

(
comentario que escribí para el programa de concierto de mañana)

Todos decimos “conocer” a Vivaldi. Reconcemos un par de melodías de conciertos, hemos escuchado hasta el cansancio el allegro inicial de La Primavera en versiones de todo tipo (incluso en algún ringtone de celular), o el Gloria, o algún aria de bravura. Sin embargo, aún queriendo, no podemos ir más allá.

Hay pocos datos de su vida. No se sabe quienes fueron sus formadores, sólo hay unos pocos datos personales en una única carta en la que habla de una dolencia en el pecho (¿asma?) que le impidió ejercer el sacerdocio. Sin embargo sabemos que fue profesor, compositor, director, y empresario hiperactivo de sus propias óperas y producciones, viajando permanentemente, que su carácter era difíci, y que felizmente tuvo una manía compositiva que nos permite hoy disfrutar de su música.

Y es justamente por su música que podemos saber algo de Vivaldi. Si accedemos a sus manuscritos nos llama la atención la desprolijidad, la cantidad de errores, tachaduras, enmiendas. El gesto agresivo de la pluma muestra lo nervioso que se ponía al tener que eliminar un fragmento para reelaborarlo (la imagen contraria de la que conocemos según el famoso retrato de Boloña, donde aparece con aplomo, sosteniendo el violín y la pluma).

Pero como no es fácil acceder a esas fuentes, nuestro contacto con el “Prete Rosso” suele ser auditivo. Y con un mínimo entrenamiento podemos darnos cuenta que a veces confundimos una obra de Vivaldi con otra, pero jamás identificamos erróneamente su autoría. Si prestamos atención a la cantidad de veces que se autoplagió, nos daremos cuenta de su habilidad para reinventar y reinventarse como músico y emprendedor. Por su cantidad de obras sabemos de su manía por escribir, y por los sitios en los que aparece publicada o reelaborada, conocemos el éxito del que disfrutó en vida.

El presente programa de concierto, a modo de un mosaico, nos presenta pequeñas piezas que son características de cada uno de los estilos compositivos de Vivaldi: conciertos para orquesta, un concierto con solista, música vocal solista en la que aparecen la bravura, la calma y el decir del recitativo, y una obra litúrgica para coro que recorre diferentes afectos. Si somos hábiles podremos reunir cada fragmento y armar con ellos nuestro retrato del compositor.

lunes, 20 de junio de 2011

Entrevista a Nelson Goerner

El viernes pasado entrevisté a Nelson Goerner, anticipando su concierto en el Colón, mañana. La nota salió publicada ayer en diario Perfil, pero no la consideraron interesante como para subirla a la web, así que la subo por mi lado, tal como la escribí, sin ediciones ajenas.

Mi conclusión es la de siempre, a la hora de dialogar con un verdadero artista: NO ALCANZA CON LA TÉCNICA, LOS "BUENOS" SIEMPRE TIENEN UN CON-CEP-TO QUE LOS SUSTENTA. En algún momento subiré más fragmentos de esta entrevista al blog, lo mismo que lo que me restó de la entrevista de Zanetti que publiqué la semana pasada, porque hubo cosas de las charlas que me gustaron y que no entraron en las notas del diario.

Por ahora, disfruten de esta nota, y los que estén en Buenos Aires intenten ir mañana al concierto.


La autenticidad del discurso del piano
Nelson Goerner se presenta el martes para el Abono Bicentenario del Colón

El Abono Bicentenario del Teatro Colón continúa el martes, con un recital del pianista Nelson Goerner en el que tocará la Sonata K 282 de Mozart, Kreisleriana de Schumann, y la Sonata en si menor de Liszt. A pocas horas de bajar del avión, Perfil dialogó con el artista.

Goerner ofrece regularmente recitales y conciertos en diversas partes del mundo. Siendo argentino, en nuestro país hay mucha gente que celebra especialmente sus visitas, aguardándolo cada año para ver con qué emociona o sorprende a su público. Para su próximo programa ha elegido repetir la sonata de Liszt, un hito del repertorio pianístico, que ya tocó acá hace doce años. Busca esta vez ofrecer una versión distinta, y explica con sencillez su idea sobre el proceso interno del repertorio : « Siempre se puede hacer más, pero para llegar a eso muchas veces tenés que dejar descanso a la música, dejar que madure en tu interior sin que te des cuenta, sin que seas el que controla el proceso. Eso se va haciendo naturalmente, sin control de la mente. Entonces se puede abordar la misma obra al cabo de un tiempo, para que uno note tantas cosas que no había visto antes. Y aunque nos se modifique la primera impresión, porque es muy fuerte y en general bastante indeleble, suele quedar.Creo que todo artista esá luchando siempre por encontrar un fraseo más adecuado a la expresión del autor, algo que te haga llegar un poco más cerca de lo que uno cree que han sido las verdaderas intenciones del compositor ».

Goerner ha tocado en los más importantes festivales de Europa, y se presenta frecuentemente junto a orquestas y directores de renombre. También desarrolla su carrera en la música de cámara, abordó versiones historicistas de compositores románticos en pianos originales, grabó para sellos internacionales y ganó premios por sus discos, por sus versiones y por su carrera. Aparentemente ya hizo « todo » lo que un instrumentista de renombre puede desear. ¿Hacia dónde van, entonces, sus búsquedas actuales ?

« Creo que uno de los males del hoy por hoy es que se cultiva mucho un cierto tipo de imagen del artista– nos dice -. Hay muchos condicionamientos debido a la gran publicidad, debido al marketing, a todo ese tipo de fenómenos mediáticos que en el mundo de hoy son muy evidentes, que juegan un rol importante. Y eso me parece que puede llegar a ser nocivo para un artista. Creo que nunca hay que disociar la carrera, hablando de carrera en el sentido carrera, de lo musical, de tu evolución. De lo que se trata es de llegar a ser un artista cada vez más grande. Que lo que tengas para decir sea cada vez más auténtico, que fluya con mayor naturalidad en tu interior. Ese es el verdadero crecimiento y eso es lo que va a llevar al mismo tiempo a grandes logros ».

Nelson Goerner se fue del país hace veinticuatro años, y se radicó en Ginebra, donde estudió con María Tipo y formó su familia (vive allá con su mujer y su hijo). Allá enseña en el Conservatorio a siete alumnos que tienen la fortuna de tenerlo de guía en sus carreras, de forma paralela viaja asiduamente a Manchester, donde da masterclasses de piano en el Royal North College.

El desarrollo de su carrera no está sólo en su indiscutida habilidad técnica, sino en el tezón de su búsqueda. En un terreno como el pianístico, donde todo parece estar hecho, tocado o grabado, Goerner sigue indagando. « La repetición de lo mismo llevaría únicamente al estancamiento en el arte. Lo que yo busco es aportar algo que me pertenezca, que me sea propio. Que si bien uno tiene parámetros de grandes pianistas a los que uno admira, se trata de todas esas influencias que uno ha recibido más las experiencias que ha logrado vivir, tengan vida propia. Creo que esa es la tarea de un intérprete, en cualquier generación ».

domingo, 19 de junio de 2011

Por esa puerta... (puertas del camino, decimoprimer entrega)

Desde que comencé, hace unos meses a postear las fotos de detalles de puertas que saqué durante mi experiencia en el Camino de Santiago, comenzaron a suceder dos cosas. La primera es que la gente conocida que me encuentra en los sitios más diversos, saca en cualquier conversación el tema (¡Como si mi única actividad en la vida fuera postear puertas en el blog! jajajaa), y la segunda es que se me despertó una especie de sensibilidad especial a la palabra "puerta" dondequiera que aparezca publicada, escrita, mencionada.

Haciéndo una búsqueda de un texto barroco apareció, por una de esas casualidades de los buscadores de internet, el texto que posteo tras las fotos, un poema de Amado Nervo. Las puertas y quienes entran o salen por ellas han sido, evidentemente, un tópico favorito de muchos poetas.

¡Que disfruten de las imágenes y del texto, y que pasen un buen domingo!







POR ESA PUERTA
Amado Nervo

Por esa puerta huyó diciendo :«¡nunca!»
Por esa puerta ha de volver un día ...
Al cerrar esa puerta dejo trunca
la hebra de oro de la esperanza mía.
Por esa puerta ha de volver un día.

Cada vez que el impulso de la brisa,
como una mano débil indecisa,
levemente sacude la vidriera,
palpita más aprisa, más aprisa,
mi corazón cobarde que la espera.

Desde mi mesa de trabajo veo
la puerta con que sueñan mis antojos
y acecha agazapando mi deseo
en el trémulo fondo de mis ojos.

¿Por cuánto tiempo, solitario, esquivo,
he de aguardar con la mirada incierta
a que Dios me devuelva compasivo
a la mujer que huyó por esa puerta?

¿Cuándo habrán de temblar esos cristales
empujados por sus manos ducales,
y, con su beso ha de llegar a ellas,
cual me llega en las noches invernales
el ósculo piadoso de una estrella?
¡Oh Señor!, ya la pálida está alerta;
¡oh Señor, cae la tarde ya en mi vía
y se congela mi esperanza yerta!
¡Oh, Señor, haz que se abra al fin la puerta
y entre por ella la adorada mía!...
¡Por esa puerta ha de volver un día!

sábado, 18 de junio de 2011

Vivaldi, el sueño postergado...

Durante mi adolescencia, en Mendoza, descubrí la música vocal de Vivaldi. Tuve la suerte de poder cantar, en el coro del Colegio Universitario Central, parte de su obra sacra, que me fascinaba. Intentaba leer en el piano las armonías de la orquesta, buscaba algo de material y nunca encontraba demasiado. Mi profesora de música de 6to año me prestó una biografía del compositor (¡me pregunto qué diría ese libro, si hay tan pocos datos de su vida!). Leí unos apuntes de historia de la música que no decía casi nada, mientras trataba de buscar grabaciones que al menos me sirvieran para conocer más de su obra.

En un viaje, a los 18 años, conseguí un cassette de motetes, que empezaba con "In furore iustissimae irae". En un primer momento no lo entendí, pero luego me fascinó, y comencé a soñar con poder hacerlo alguna vez. La idea quedó ahí, relegada ante lo imposible.

Después vino la facultad, el conservatorio, la flauta, viajes increíbles y el descubrimiento de nuevos repertorios. Me enganché con lo hispanoamericano, y comencé a visitar sitios, a leer, a buscar partituras, a armar grupos, dirigir, grabar, participar de festivales. Todo menos Vivaldi.

Pero este año llegó el momento de sacarlo del freezer, de estudiarlo y de armar un concierto dedicado por completo a su obra, de poder armar y dirigir el motete, y uno de los Credos, y de atreverme a tocar un concierto para flauta y cuerdas (otro desafío postergado, en este caso porque me parecía imposible). Lo hacemos la semana que viene, junto a gente de Mendoza y Rosario. Es buenísimo el programa, que comparto con ustedes a continuación. ¿Quizás nos encontremos ahí? ¡Ojalá!




Vivaldissimo
Obras de Antonio Vivaldi para soprano, flauta dulce, coro y conjunto de
cuerdas.

GRISELDA LÓPEZ ZALBA, soprano
CORO DE EGRESADOS "MARTÍN ZAPATA" (Dir. Diego Bosquet)
RAMIRO ALBINO, flauta dulce
RODOLFO MARCHESINI & ALEJANDRO FIORE, violines
PAULA WEINMUHLER, viola
GABRIELA GUEMBE, cello
LAUREANO MELCHIORE, contrabajo
GUSTAVO RICHTER, clave/órgano

RAMIRO ALBINO & RODOLFO MARCHESINI, dirección musical

miércoles 22 de junio a las 21.30
Auditorio Adolfo Calle (Primitivo de la Reta 1042, Mendoza)
Entrada general $ 40 (estudiantes y jubilados $30)

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Programa

CONCERTO RV 151 “ALLA RUSTICA”

SINFONIA EN DO MAYOR RV 116 (1)

IN FURORE IUSTISSIMAE IRAE RV 626 (2)
Motete para soprano y cuerdas

CONCIERTO PARA CUERDAS RV 121 (1)

LA NOTTE RV 439 (1)
Concierto en sol menor para flauta y cuerdas

SINFONIA EN LA MAYOR (1)

CREDO RV 591 (1)
Para coro y cuerdas

(1) obras en primera audición en Mendoza
(2) obra en primera audición en Argentina

martes, 14 de junio de 2011

El cosmos, el arte.

Es bien sabido que me interesa la cultura inglesa del siglo XVII (entre otras tantas cosas), y que buena parte de los conciertos hechos con Mister Banister han abordado ese repertorio.

En 1996 ví en el cine la película "Restauración", por la que Eugenio Zanetti ganó el oscar a la mejor dirección artística. Por las felices vueltas de la vida, pude entrevistarlo la semana pasada, y la nota salió publicada en Diario Perfil el domingo. Posteo a continuación ese artículo, un palidísimo reflejo de la charla que tuvimos, que fue magnífica. No quiero hacer promesas que luego no cumpla, pero intentaré postear luego más fragmentos de ese diálogo riquísimo, que tengo desgrabado en un archivo Word.

Por ahora la nota, y sus ideas sobre el arte, sobre la realidad, sobre el artista en el momento de encarar el trabajo. ¡Que la disfruten!


Hacer manjares con mendrugos de pan
Entrevista a Eugenio Zanetti

El nombre de Eugenio Zanetti volvió fuertemente a escena tras su exitoso trabajo de dirección escénica, vestuario y escenografía de “El Sirviente”, para el Centro de Experimentación del Teatro Colón. Frente a la adversidad de no contar con recursos del teatro para montar la ópera como lo tenía pensado, y rompiendo con la convencionalidad del teatro a la italiana, decidió tomar el foyer y el salón dorado del Teatro como si fueran una casa, haciendo una puesta temporalmente situada en la belle époque. En diálogo con PERFIL expresó con claridad sus conceptos sobre el trabajo artístico y sus modos de abordarlo.

Evidenciando su carácter reflexivo sobre el tema, comienza la charla con conceptos de gran peso, asegurando que “el artista debe recordar, en medio del caos de la realidad, que de modo subyacente existe una forma de equilibrio, de balance. Su trabajo es mostrar lo que no es obvio, lo invisible. Porque el caos es visible, y si nosotros nos dedicamos a recordarlo y evocarlo, simplemente estamos repitiendo en voz alta lo que la realidad está gritando. De eso se trata ser artista. Eso es lo que a uno le gustaría ser”. Surge entonces la duda acerca de la artisticidad de las obras que muestran el conflicto de modo menos sutil. Zanetti, sin titubeos se refiere a su obra: “Mi trabajo es más periodístico. Si tiran una bomba y voy y saco una foto de una víctima, eso es real, es cierto, pero es como la costra de la realidad, la parte más visible. A mi modo de ver el trabajo artístico es revelar algo que está subyacente a eso. Esa es mi opinión. ¿Quién no recuerda lo que no es obvio?. El universo no es caótico, si no, los planetas chocarían unos con otros. El trabajo artístico es recordar la existencia de esa armonía subyacente”.

Nació en Córdoba, pero se fue en 1966, y ahora vive entre nuestro país y los Estados Unidos. Su carrera ha transcurrido, en gran parte, en el exterior, sin embargo él mantiene su esencia. “En mi manera de trabajar está lo argentino y lo latino. Ser latinos nos da una flexibilidad que a veces los sajones no tienen, pero además tiene que ver con la experiencia. Uno sabe que las cosas no te son dadas. Nunca a uno le dan servido lo que tiene que hacer, uno siempre lo inventa. Está en vos hacer algo con la pequeñez que tenés. Entonces uno acepta las contrariedades y se pone a trabajar para ver de dónde les sacás partido, y cómo maximizás ese mendrugo que te da la realidad. Nunca viene un plato con todo. Siempre es lo mínimo”.

Proveniente del mundo de las artes visuales, y fuerte admirador de Rembrandt (“tiene la facultad de recordarme de lo que me trato yo mismo”), es un fuerte consumidor de música mientras que pinta y gran lector de cuentos sufis, “porque el humor sufi es uno de los que refleja más hondamente y con menos pretención, las verdades más profundas”. Conoce su talento, y habla de él sin alardes, pero además sabe que la clave de los grandes proyectos es hacer que quienes comparten el equipo de trabajo, o consiguen los fondos para lograrlo, confíen en el producto, aún cuando no esté concretado. “Se produce una alquimia que es el trabajo creativo, y la habilidad y la velocidad con que lo logres. Y que los demás te lo crean. Hay una cierta habilidad en entusiasmar a los demás. En inglés dicen “crear una mística”….. Hay que generar a nivel energetico una mística en la gente, y hacer que se sienta parte de algo que es relevante o que es importante. Y eso es algo que hago en cada proyecto. No vale de nada mis antecedentes. Llego y tengo que generar una energía con la gente. Aún con quienes he trabajado antes. Es como una situación amorosa, tiene que volver a ocurrir”.

A lo largo de su carrera, Zanetti ha ganado los siguientes premios:Oscar de la Academia de Hollywood, Globe Desk Award, Cóndor De Plata a la Trayectoria, María Guerrero, Trinidad Guevara, Moliere, Talia y Estrella De Mar. Desde un lugar de privilegio, ganado con justicia, sigue trabajando y generando proyectos, siempre desde su acertada lectura de los subtextos que sostienen su obra.

El arte y los rompimientos

En el diálogo con Zanetti aparece frecuentemente la idea de la ruptura, tan cara a su época de formación. Aquí sus ideas, en primera persona, sobre la necesidad de ruptura que plantean tantos artistas, y su propio modo de lograrla.

“Uno queda muy marcado por la impronta de los 20 y los 30 años, cuando se está en el comienzo del trabajo creativo y hoy trato, no necesariamente de romper la idea de lo “moderno”, que era tan de los 60, sino que busco la manera de cambiar
desde el concepto”.

“Cuando yo tenía 20 años, en los sesenta, hubo una enorme necesidad de rompimiento formal, que ahora está en el mundo, pero como si tuviera una sordina. Son etapas. Vos ves que todo el trabajo creativo en este momento se mueve dentro de cánones muy convencionales. Casi te diría, sin ser peyorativo, que son “televisivos”. No hay una búsqueda. Canal 7 está dando las grandes películas de otra época. Vos las mirás y decís: acá se buscaba una ruptura con los cánones convencionales, y no hay nada hoy que ni remotamente se le parezca”.

“Vos mirá cómo dos autores trabajan al mismo tiempo. Andy Warhol hace una película sobre un durmiente durmiendo 15 horas, y la firma, y al mismo tiempo Visconti hace El gatopardo. Ambos rompen. En la ruptura pop, la de Warhol, es lo que quedó como emblema de los 60. las rupturas conceptuales menos obvias como las de Visconti son las que a mí más me interesan de esa época, o la de Passolini. A mí me tocó trabajar muy joven con Passolini en “Medea”, donde muestra que los griegos, en vez de ser los civilizadores, son una banda de salteadores que irrumpen en el mundo de Medea, la corrompen. Es un punto de vista distinto, que es lo que a mí me interesa. En ese sentido veo yo la ruptura. Porque a otro nivel ya hemos roto todo, hemos hecho el teatro de pie, el teatro que dura cuatro días, el teatro que te moja, que te hiere, pero la ruptura tiene que ser conceptual, y tender a una concepción espiritual distinta de algo más que a producir un fenómeno en el mundo físico”.

Para aquellos que quieran ver la edición que salió impresa en el diario, aquí tienen el link:

http://www.perfil.com/ediciones/2011/6/edicion_580/contenidos/noticia_0072.html

domingo, 12 de junio de 2011

¿Ni abrirla ni tocarla?... (puertas del camino, décima entrega)

La canción de Maná dice que nunca hay que abrir ni tocar una puerta azul, porque aparecerán pesadillas, por lo que es mejor dejarla (en la canción había droga en la puerta azul... quién sabe por qué). Más allá de esto, a lo largo de los cientos de kilómetros que recorre el Camino Francés, para llegar a Santiago, hay pueblos de puertas azules, y otros de puertas verdes. Nunca averigüé la razón de estos colores ordenados (¿ordenanzas municipales?, ¿Férreos códigos arquitectónico-cromáticos?). Es un detalle simpático para el caminante que lo advierte, al llegar a un pueblo y ver que todas las puertas fueron pintadas del mismo color, y que en el pueblo siguiente habrá otro distinto, y así. Por supuesto que en otros lugares hay más libertades (o menos orden municipal), y cada puerta es del color y la apariencia que el dueño de casa quiera.

Alguien me preguntó en un post anterior si estoy publicando las puertas con algún orden predeterminado (por pueblo, por fecha de toma de la fotografía, etc.). La respuesta es que no, sólo hoy he hecho una selección de imágenes por su color. En mis archivos están ordenadas por fecha, y tengo anotaciones que dicen dónde estuve cada día, con lo que sería facil identificar cada puerta con un sitio. En el blog prefiero que no, sigo creyendo que es mejor quedarme con el lirismo de estas imágenes, sin depender tanto de otros datos.

Cinco puertas más, como casi todos los domingos. ¡A disfrutarlas!






domingo, 5 de junio de 2011

puertas que no se abrirán... (puertas del camino, novena entrega)

Tras un par de semanas de vacío, en las que salí de viaje y olvidé llevar conmigo las fotos para publicar, vuelvo a la carga con las imágenes de puertas del Camino de Santiago. Cinco nuevas, como tantos domingos, y una nueva idea para pensar, y para fantasear: ¿TODAS LAS PUERTAS SON DESEABLES PARA SER ABIERTAS?. Tras las imágenes, un texto de Quevedo, con una puerta para no abrir jamás.







SALMO XIX

¡Cómo de entre mis manos te resbalas!
¡Oh, cómo te deslizas, Vida mía!
¡Qué mudos pasos traes, oh muerte fría,
pues con callado pie todo lo igualas!

Ya cuelgan de mi muro tus escalas,
y es tu puerta mayor mi cobardía;
por vida nueva tengo cada día,
que el tiempo cano nace entre las alas.

¡Oh mortal condición! ¡Oh dura suerte!
¡Que no puedo querer ver la mañana
sin temor de si quiero ver mi muerte!

Cualquier instante de la vida humana
es un nuevo argumento que me advierte
cuán frágil es, cuán mísera, y cuán vana.

Francisco de Quevedo

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