miércoles, 14 de septiembre de 2016

Los famosos en tiempos de Facebook



Cuando tenía poco más de 20 años, con mi grupito de amigos-nerd descubrimos los discos de Emma Kirkby, y nos resultó maravilloso escucharla MILES de veces (nos inspiraba, nos daba envidia lo que hacía, nos resultaba realmente inalcanzable, desde todo punto de vista…).

Poco después conseguí un VHS de El Mesías de Handel donde ella cantaba, y tras años de escuchar su voz, vimos su cara. Pasó el tiempo y la escuchamos en vivo en conciertos, e incluso fuimos a sus clases donde dialogamos con ella, nos sacamos fotos cholulas, etc. Y vino YouTube, y ahí se la puede ver y escuchar en innumerables registros.

Recién entro a facebook y me la ofrece como “persona que quizás conozcas”. ¿Se dan cuenta de cómo cambiaron las cosas con las redes sociales y todo este bla bla bla que hacemos a diario? Si quisiera podría intentar se su “amigo” por Facebook, e incluso chatear con ella todo el tiempo, preguntarle cosas, comentarle lo que me pasó al escuchar sus discos por primera vez, pedirle una partitura, o lo que sea.

¿Acaso no es buenísimo todo esto? Viva el tiempo que nos toca vivir!


sábado, 10 de septiembre de 2016

aguaS aladas, nuevamente en Mendoza!


Griselda López y yo, hacemos, nuevamente en Mendoza, nuestro programa aguaS aladas, hoy, sábado 10 de septiembre, a las 18. Esta vez será en la Capilla Patrimonial de Mendoza (en el Parque San Martín), como parte de los actos por el Mes del Patrimonio Cultural, que organiza la Secretaría de Cultura de la provincia. 

Para tentarlos más a que nos acompañen, a continuación posteo el programa completo. ¿Nos vemos ahí?....


aguaS aladas
músicas de mares y navegantes

aguaS aladas es un espectáculo musical que rescata el formato canción, y que busca la emoción desde lo íntimo. El recital, de pequeño formato, ofrece una selección de canciones de cámara y unas pocas piezas instrumentales, todas relacionadas al mar. Se intercala la música con lectura de poesías de Pablo Neruda y Alfonsina Storni y breves textos de Ulises Naranjo.

programa

Anónimo
AVE MARIS STELLA
(himno gregoriano)

Giovanni Gastoldi
(con variaciones de Jakob van Eyck)
QUESTA BELLA SIRENA

Anónimo sefaradí
EN LA MAR HAY UNA TORRE

Bruno Coulais
CARESSE SUR L’OCÉAN

Ernesto Schmied
PRELUDIO MARINO

Pierre Guedron
DESSUS LA RIVE DE LA MER

Ariel Ramírez (texto de Felix Luna)
ALFONSINA Y EL MAR

Anónimo
DIFERENCIAS SOBRE LA ROMANESCA

Luis Bedmar
LA NIÑA DEL MAR

Martín Codax
ONDAS DO MAR DE VIGO

nautas
GRISELDA LÓPEZ ZALBA, canto y percusión
RAMIRO ALBINO, flauta y arpa




martes, 16 de agosto de 2016

nuevas ideas para mirar!

subí hoy un nuevo video de mi serie IDEAS SOBRE LA MÚSICA COLONIAL HISPANOAMERICANA, y ya está ahí en mi canal, esperando a que lo miren. Además lo copio aquí, para que quede a disposición de los lectores del blog, agradeciéndoles, como siempre, si lo comparten o difunden.

Comené esta serie de videos en apoyo al proyecto de crowdfunding de mi libro de Mùsica Colonial Hispanoamericana. Si quieren saber más de ese proyecto, pueden hacer click aquí.




viernes, 5 de agosto de 2016

ideas para mirar #1

La semana pasada comencé a hacer una serie de videos sobre música colonial hispanoamericana, apoyando la campaña de crowdfunding de mi nuevo libro sobre ese tema.

Los iré subiendo también al blog, porque además de colaborar con el proyecto, las ideas bien valen por sí mismas.

Aquí la primera idea: EL OCASO DEL VILLANCICO. Si tienen casi dos minutos, los invito a verla:




jueves, 14 de julio de 2016

Adiós al ¿último? pionero



Posteo a continuación una nota que publiqué en el último número de Revista Cantabile (Cantabile Nro. 84, Julio-Agosto 2016). Es una semblanza-homenaje a Nikolaus Harnoncourt, tras su muerte en marzo de este año. El texto completo de este artículo no fue incluido en la versión web de la revista, que pueden consultar en www.cantabile.com.ar

El pionero de los descubridores
Texto. Ramiro Albino

Hace unos meses murió el gran Nikolaus Harnoncourt, un director de orquesta que trabajó mayormente desde la música antigua, abriendo nuevos caminos que contagiaron su manera hermenéutica de trabajar aún a aquellos no adscriptos a movimientos historicistas. En el número anterior de Cantabile mencionamos brevemente la noticia, pero consideramos que su inmensa figura debe ser especialmente recordada, por lo que queremos no sólo celebrar su herencia, sino también rendir un homenaje a quien cambió en parte la manera de hacer y escuchar la música clásica.

.......................

Muchas veces, y sin pensar demasiado, aceptamos desde la platea, que la música suena como la escuchamos "porque así está escrita", ignorando lo que pasa en los ensayos de una orquesta o conjunto, cuando el director o los miembros del ensamble deciden qué hacer y cómo.

Hay repertorios que responden a nuestro presupuesto, y que fueron compuestos y volcados a la partitura de tal manera que con sólo leer, entender y seguir las pautas escritas, aseguran el resultado que el autor tuvo en mente al llevar sus ideas al papel. Pero la mayor parte de la música no tiene tantas indicaciones, ni ofrece tantas pistas al músico curioso que se acerca a leerla. Aquí es donde se encuentra el repertorio que el mercado llama música antigua.

A eso se dedicó Harnoncourt desde joven, a revivir los estilos anteriores al clasicismo. Redescubrió obras, instrumentos y tratados, y con todo eso creó, junto a un puñado de colegas ávidos de novedades, una nueva manera de acercarse a la partitura que devino en novedades acústicas que sorprendieron al público de mediados del siglo pasado. Su música sonaba diferente porque tenía otros tempi, porque la articulación era más marcada y porque las intensidades del sonido eran trabajadas de una manera distinta que la mayor parte de los directores o conjuntos. Y lo que hacía que todo esto fuese especial y novedoso era que el joven director usaba instrumentos originales o réplicas exactas de aquellos que conocía o utilizaba cada compositor, pero además que estudiaba tratados de la época de cada obra, intentando así comprender el pensamiento de autores e intérpretes del pasado buscando la autenticidad no sólo desde la herramienta, sino también desde el concepto.

Podríamos decir que su carrera tuvo dos aliados fundamentales: su mujer, la violinista Alicia Hoffelner, que a lo largo de toda su carrera fue cómplice y soporte de sus búsquedas y experimentos sonoros; y sus grabaciones para sellos de gran distribución, que en los años de esplendor del consumo de discos (su primera grabación fue en 1962, obras de Purcell para el sello Telefunken/Teldec), llevaron sus ideas por todo el planeta, haciéndolo famosísimo, conocido y requerido de un innumerable público internacional, convirtiéndolo en un verdadero ícono de la interpretación con criterios historicistas. Pero al tener tanta trayectoria y prestigio, de a poco fue convocado por prestigiosas orquestas que tocaban con instrumentos modernos, que no pretendían cambiar su orgánico, sino que habían descubierto que las versiones del director vienés (que en realidad era alemán, pero en su sentir era austríaco) decían cosas que ellos no sabían pronunciar.

Quizás sea este el mayor aporte que hizo Harnoncourt a la interpretación musical contemporánea, el haber planteado nuevos métodos de análisis, centrados en su contenido discursivo-retórico, intentando encontrar la idea que guió el pensamiento del compositor, analizando su contexto y sobre todo, comunicándola con una elocuencia basada en aquella con que se dicen los textos verbales.

Y si bien gran parte de su aporte fue un método de trabajo para los músicos, siempre tuvo presente al público, al que le dedicó dos libros interesantísimos para comprender mejor la música antigua: El diálogo musical (editado en castellano por Paidos) y La música como discurso sonoro (editado por El Acantilado); y uno dedicado a la música del romanticismo: La música es más que las palabras: la música romántica, entrevistas y comentarios (también del catálogo de Paidos).

El 5 de diciembre del año pasado, en la víspera de su cumpleaños número 86, Nikolaus Harnoncourt, se anticipó a la celebración de su longevidad comunicando que abandonaba su carrera por falta de fuerzas físicas, bajándose de podios y escenarios. El anuncio fue hecho mediante una esquela manuscrita que se copió y adjuntó al programa de mano de un concierto que tuvo lugar en la Wiener Musikverein, y que acorde a los tiempos en los que vivimos, se viralizó rápidamente a través de redes sociales y sitios de internet dedicados a la música. La nota decía: “La debilidad de mi cuerpo me obliga a cancelar futuros planes. Surgen entonces grandes pensamientos: Se ha creado una relación increíblemente profunda entre nosotros en el escenario y ustedes en la sala –¡nos hemos convertido en una feliz comunidad de descubridores!. Mucho quedará de eso. El ciclo del corriente año aún está en mis sentidos, ¡guárdenle fidelidad!”. Esa comunidad que había forjado el último gran pionero del historicismo musical se quedaba súbitamente acéfala, pero su descendencia es inmensa, y su mensaje seguirá transmitiéndose.
  
Su trayectoria

Nikolaus Harnoncourt nació en Alemania en 1929, pero desde los dos años vivió en Austria. Allí recibió su formación musical como violoncelista, cargo que ejerció en la Orquesta Sinfónica de Viena desde 1952. Al año siguiente, junto a su esposa (Alicia Hoffelner, violinista) crea el Concentus Musicus Wien, su gran proyecto musical que nunca abandonó, un verdadero laboratorio del sonido con el que pudo experimentar de manera libre e ilimitada.

Tras cambiar su cello por uno barroco, y después de haber tocado también la viola da gamba, a fines de la década del '60 tomó la decisión de dejar de ser instrumentista, dedicándose sólo a la dirección y convocando a intérpretes del más alto nivel, lo que le permitió emprender en 1971 uno de sus proyectos más ambiciosos y duraderos: la grabación de todas las cantatas de Bach junto a su amigo y colega Gustav Leonhardt, intentando reconstruir no sólo el sonido ideal de la orquesta sino también el del coro y solistas, usando sólo voces de varones, adultos y niños. Lo completó en 1990.

Su creciente fama y lo revolucionario de sus ideas y versiones hicieron que poco más tarde lo convocaran para dirigir conjuntos y orquestas, sobre todo aquellas que no tenían orgánico historicista, y así fue que su manera de pensar la música, (con ojos y oídos de siglo XX, pero sobre la base sólida e indiscutible de tratados y métodos del pasado) llegó a algunos de los principales organismos sinfónicos europeos, como las Filarmónicas de Berlín y Viena, o la Orquesta del Concertgebow de Amstedam, entre otras.

Dejó entonces de dedicarse sólo a la música antigua, amplió el espectro de su repertorio y encaró obras del clasicismo y el romanticismo, y luego operetas vienesas. Algunas veces se alejó aún más de su repertorio habitual, dirigiendo obras que a priori no asociaríamos con su carrera, como Porgy and Bess. Definitivamente convertido en una estrella de la música académica, y nuevamente rompiendo moldes o prejuicios, dirigió los tradicionales conciertos de Año Nuevo de la Filarmónica de Viena o colaboró con jóvenes intérpretes como Lang Lang. 

Tras anunciar en diciembre del año pasado su retirada de los escenarios, al ver que las fuerzas no le alcanzaban para aguantar el trajín de conciertos y ensayos, murió en su casa de Attersee el pasado 5 de marzo. Tenía 86 años.


miércoles, 13 de julio de 2016

Maestros de capilla de Hispanoamérica


Antes de ponerme a escribir el libro que estoy terminando sobre Música Colonial Hispanoamericana leí muchísimas cosas, buscando en sitios muy diversos: libros que hacen recortes puntuales del repertorio, artículos de revistas científicas, notas de divulgación, folletos de discos, blogs y páginas web, etc. En todos esos lugares aparecían datos de diferentes Maestros de Capilla (compositores y directores de música) que se desempeñaron en diferentes ciudades del continente.

Gota a gota, y con paciencia, los fui recolectando y ordenando cronológicamente y por países y ciudades (según la geografía actual), y finalmente los subí a un blog que creo que puede ser útil a intérpretes, investigadores, historiadores o docentes. Es un granito más en la inmensa construcción colectiva del conocimiento. El trabajo no está terminado: en la lista de algunas ciudades hay vacíos importantes, de otras no tengo ningún dato, en algunos casos las fuentes se contradicen…. Todo está ahí, abierto a la curiosidad y las ganas de colaborar de quien quiera: los posts se pueden comentar, brindando datos o corrigiendo cosas.

Si quieren verlo, clickeen aquí. Bienvenidos!!!!

miércoles, 6 de julio de 2016

¿Colonial? ¿Virreinal?....

la fiesta de Corpus Christi - Pintura cuzqueña, ca. 1680

Uno de los temas pendientes de la música compuesta y/o tocada en América en el período que abarcan los siglos XVI al XVIII, es el de su definición. ¿Cómo deberíamos llamarla: música colonial, música virreinal, música antigua americana? Mientras escribo mi nuevo libro, justamente sobre esa música, a la que prefiero llamar Música Colonial Hispanoamericana, leo al respecto, me sorprendo con las ideas que andan dando vueltas y armo con todas ellas un mapa mental, que es lo que intento plasmar en esas páginas.

Hoy posteo un texto de Aurelio Tello, un importantísimo musicólogo peruano, que me ayuda a comprender el por qué de ciertas nomenclaturas que surgieron de la lectura de dos textos fundamentales para el desarrollo del repertorio: las antologías de Stevenson y Claro.

Aquí va:

…la América española tuvo diferentes niveles de organización política: virreinatos, audiencias, capitanías generales, y según sea el territorio donde ciertas manifestaciones han sobrevivido se ha designado a la música del período de la dominación española como "música virreinal" -sobre todo se refiere a alguno de los cuatro virreinatos en que se dividió el continente- o "música colonial", si se tiene en cuenta el hecho de que, más allá de las denominaciones documentales -"Reino del Perú", "Reino de la Nueva España", "Reino de Chile"- el régimen bajo el cual vivieron nuestros pueblos fue uno de tipo colonial, con una metrópoli hegemónica y dominante -el territorio peninsular- y pueblos y culturas sometidas a una voluntad ajena. En territorios como México, Perú o Colombia resulta familiar referirse al "pasado virreinal", puesto que sus actuales ciudades capitales lo fueron de los respectivos virreinatos y en sus centros catedralicios floreció una importante vida musical. Pero cómo llamar virreinal a la música de Cuba, Chile, Guatemala, Venezuela o Ecuador que, aun estando adscritos a los virreinatos de la Nueva España o el Perú tuvieron rango propio -capitanías o audiencias-. Un libro capital de Robert Stevenson "The Music of Peru. Aboriginal and Viceroyal epochs" sentó en 1960 un canon para designar a esta música. pero lo mismo lo fueron la "Antología de la Música Colonial en América del Sur" de Samuel Claro Valdés o "Latin American Colonial Musical Anthology", del propio Stevenson, que se constituyeron en publicaciones modélicas en la investigación de materiales musicales del tiempo de la dominación española en América.

Aurelio Tello

La investigación de la música colonial, o cómo hacer musicología rompiendo paradigmas

lunes, 4 de julio de 2016

Los jesuitas, el criollismo y las ideas

Iglesia de la Compañía de Jesús, Quito

Hoy estuve leyendo y escribiendo sobre la sociedad colonial, e intentando ordenar en mis ideas el proceso a través del cual el criollismo colonial creció como fuerza, hasta lograr la independencia. Entre mis lecturas encontré este texto, del magnífico libro Las Trampas de la Fe en el que encontré una inmensa claridad de conceptos, de Octavio Paz. Lo citaré en mi nuevo libro, aunque antes lo cito aquí. El autor se refiere a México, pero la idea puede aplicarse al resto de las colonias de España en América. 

“Los sueños y las aspiración es de los criollos -o su necesidad de arraigarse en la tierra mexicana y su fidelidad a la Corona española, su fe católica y el ansia de legitimar su presencia en un mundo que acababa de ser bautizado- jamás hubieran podido formularse ni expresarse sin la Compañía de Jesús. El despertar del espíritu criollo coincidió con el ascenso de los jesuitas, que desplazaron a los franciscanos ya los dominicos y se convirtieron en la orden más poderosa e influyente de la Nueva España. Los jesuitas no sólo fueron los maestros de los criollos; fueron sus voceros y su conciencia. La conjunción entre las aspiraciones criollas y la gran tentativa jesuita de unificación mundial, produjo obras insólitas y extraordinarias, lo mismo en la esfera de las creencia religiosas que en las del arte y la historia. El sincretismo jesuita, unido al naciente patriotismo criollo, no sólo modificó la actitud tradicional frente a la civilización india sino que provocó una suerte de resurrección de ese pasado. En esa resurrección la influencia del humanismo clásico también fue capital: por una operación de analogía histórica, la erudición y la imaginación del siglo XVII romanizaron a México-Tenochtitlán. La resurrección del mundo azteca fue su transfiguración en el espejo imperial del humanismo. México-Tenochtitlán fue una Roma americana; como la latina, primero sede de un imperio pagano y después de uno cristiano. En la imagen de la imperial Ciudad de México podían contemplarse tanto el patriotismo criollo como el sueño jesuita de un universalismo cristiano que abrazase a todas las sociedades y culturas”.

Octavio Paz

Sor Juana Inés de la Cruz, o Las trampas de la fe

sábado, 2 de julio de 2016

Misiones jesuíticas: de templos y dignidades

El templo de la reducción de Concepción, en Chiquitos, Bolivia

Continúo posteando fragmentos de lo que será mi nuevo libro, dedicado a la Música Colonial Latinoamericana. Esta vez el texto es de mi autoría, y forma parte del capítulo sobre la música en las reducciones jesuíticas, pero al extraerlo me dí cuenta que funciona como breve párrafo autónomo. Aquí va:


En el contexto estético-artístico impuesto e imperante en la vida reduccional, el magnífico templo y su emplazamiento eran no era sólo un espacio escenográfico en el que se rezaba y proclamaba la palabra divina, donde luces y colores estaban estudiados según un programa retórico que servía de brújula a la imaginación de los indios para guiarlos a otra realidad, sino que el edificio y sus objetos predicaban la fe, y a través de su magnificencia se garantizaba a esos nuevos cristianos de piedad sensible y educada en la belleza, que el Dios de los misioneros era grande y que así sería el gozo de la Vida Eterna. Es por esto que ser músico era una dignidad, porque ese oficio permitía pasar más tiempo en la iglesia, en contacto tangible con el mundo divino. Se explica así también por qué tantos padres deseaban que sus hijos accedieran al servicio musical en las capillas de los pueblos y por qué los misioneros querían tanto a sus músicos a los que a veces consideraban “mejores” que el resto.

...................................

El libro aún no está listo, espero terminarlo en un mes, y publicarlo en el mes de septiembre. Ya habrá novedades!

viernes, 1 de julio de 2016

El Barroco y los sentidos...



Estoy escribiendo un libro sobre música colonial americana (que espero terminar en un mes), y eso me lleva a lecturas, reflexiones e ideas que permanentemente van y vienen desde el diálogo con colegas, la elucubración sobre artículos leídos o la sorpresa de encontrar, donde menos lo creo, inspiración o argumentos.

Y encuentro tantas cosas con peso conceptual, y a la vez tan bien escritas, que decidí comenzar hoy una serie de citas de lo que leo, porque me gustan, porque ayudan a pensar, y porque sé que hay quienes disfrutarán de conocer nuevos autores.

Comienzo hoy con un fragmento del artículo “La lumbre de la zarza, un arte entre ascética y mística”, de Alfonso Alfaro, en el que en pocas (y hermosas) palabras se refiere al mundo del barroco. Que lo disfruten!

"Entre los siglos XVI y XVIII floreció, por primera vez en la historia, un sistema de signos que apelaba a cada uno de los sentidos y que era capaz de entrar en contacto con todas las civilizaciones. Paradójicamente, fue también el último de los lenguajes occidentales que logró ser verdaderamente transversal: sus voces polisémicas eran accesibles al mismo tiempo a los diversos estratos de una sociedad, podían ser escuchadas por los sabios y los sencillos, los señores y los esclavos, los habitantes de las metrópolis y los indígenas de los más alejados puestos de misión.

Su vertiginoso refinamiento conceptual tenía como contrapartida una exuberante intensidad emotiva: apelaba simultáneamente a la razón analítica y a la emoción visceral. Estimulaba los goces de los sentidos, pero hacía continua referencia a la necesidad de dominarlos, y alentaba a utilizarlos como instrumentos de evocación, como peldaños para experiencias mucho más altas.

Sus formas prolijas, que intentaban representar todas las realidades perceptibles e imaginables, asumir todos los elementos del universo, eran sólo un vehículo para pasar de lo visible a lo invisible, de las criaturas al creador…"

Alfonso Alfaro
La lumbre de la zarza, un arte entre ascética y mística
Artes de México Nro. 70 (2004), pág 63




miércoles, 8 de junio de 2016

Letra de A Siolo Flasiquiyo

Para el programa de hoy de Radio Nihuil, les propongo escuchar un villancico mexicano, de Juan Gutierrez de Padilla. Aquí la letra, para los que quieran seguirla mientras escuchan.

A disfrutar!


A siolo flasiquiyo
¿que manda siol Thome?
¿tenemo tura trumenta
templarita cum cunsielta?
Si siolo ven pote
auisa bosa misé,
que sa lo moleno ya,
cayendo de pularrisa
y muliendo pol bayla

llamalo llamalo aplisa
que a veniro lo branco ya,
y lo niño aspelandosa,
y se aleglala, ha ha ha ha,
con lo zambamba, ha ha ha ha,
con lo guacambe con lo cascave

Si siñolo Thome
repicamo lo rrabe
ya la panderetiyo Anton
baylalemo lo neglo al son.

Responsion:
Tumbucutu cutu cutu
y toquemo pasito querito
no pantemo a lo niño sesu.
Turu neglo de Guinea
que venimo combirara
A detla e su criara,
munglave con su liblea
y pluque lo branco vea
quere branco nos selvimo
con vayal de un tamo plimo
y haleme a lo niño bu.

De merico y silujano
se vista Mi[n]guel aplisa
pues nos culase su clisa
las helilas con su mano
bayle el canario y viyano
mas no pase pol deltas
de mula que da lasas
de toro que dira mu.
Antoniyo con su sayo
que tluxo re pueltorrico
Saldra vestiro re mico
y Miguel de papangayo
y quando yegue adorayo
al niño le dira asi
si tu yo lamo pol mi
yo me aleglamo pol tu.

jueves, 19 de mayo de 2016

Mis Postales del Gineceo, ahora en Mendoza


Postales del Gineceo es un programa que creamos el año pasado con Griselda López Zalba. Nuestra idea fue indagar en la figura de la mujer en la música antigua, y de ahí se nos ocurrió un paralelismo antiguo, casi una paráfrasis del ciclo de Lieder “Amor y vida de mujer” (Frauenliebe und Leben) que musicalizó Schumann sobre textos de Adelbert von Chamisso. Lo hicimos en Uruguay y en Buenos Aires y ahora comenzamos a difundirlo en Mendoza.

Aquí todos los datos, para aquellos que quieran disfrutar de estas músicas frágiles pero indestructibles.

Postales del Gineceo
amores y vidas de antiguas mujeres

Nautas
Griselda López Zalba | canto
Ramiro Albino | arpa de dos órdenes

Viernes 20 de mayo a las 21

Casa de Contratista
Almirante Brown 1761, Chacras de Coria, Mendoza | reservas al 496 5967

Entrada $100



viernes, 18 de marzo de 2016

Mesías y profeta

Durante el verano murió el director y pedagogo rosarino Cristián Hernández Larguía, un personaje fundamental en el desarrollo de la Música Antigua en la Argentina.

Fue pionero en la reconstrucción de estilos musicales preclásicos cuando en nuestro país había poco y nada al respecto, tal como dicen muchos motetes: “Vox clamantis in deserto: Parate viam Domini” (“una voz clama en el desierto, preparad los caminos del Señor”, palabras atribuídas a San Juan Bautista, el último profeta, en un texto evangélico que fue musicalizado innumerables veces). Profeta y Mesías, todo al mismo tiempo, abrió el camino y lo transitó hábilmente rodeado de quienes también a él le alisaron el propio.

Escribí para Revista Cantabile el obituario que copio a continuación, y lo publico recién ahora, cuando la revista ya está en la calle. Vaya desde aquí un recuerdo y homenaje póstumo a quien fuera uno de mis ídolos de la adolescencia (ese lejano señor que vivía en mi país, aunque lejos de mi casa, y que lograba materializar lo que para mí eran sólo sueños).





Cristián Hernández Larguía (1921 – 2016)

El 10 de febrero, en medio del inmenso receso musical de verano que nos tomamos los argentinos, murió Cristián Hernández Larguía, sin duda alguna el más reconocido director y pedagogo santafesino. Había creado y dirigido el Coro Estable de Rosario desde su fundación en 1946 (dirigió este coro durante 65 años!) y el Conjunto Pro Música de Rosario, fundado en 1962, con el que se presentó hasta fines del año pasado.

Con él murió el último artista de una generación que tras descubrir en su juventud que formarse como músico en una institución de la Argentina era casi imposible, supo que sólo podía contar con talento y condiciones naturales, además de eventuales clases con maestros locales o extranjeros; una generación que por sobre todas las cosas tenía entusiasmo y coraje. Músicos que con esos (¿pocos?) elementos arrancaron sus carreras, crearon las primeras instituciones de formación “oficial”, esas en las que aprendimos los que hoy somos miembros activos de la comunidad musical argentina, y arremetieron recorridos que muchas veces fueron titánicos, como el de Hernández Larguía. La lista de sus conciertos, grabaciones, clases y presentaciones es sumamente extensa, cuesta creerla.

Sin embargo, no sólo formó músicos profesionales en las universidades de Rosario y del Litoral, donde dio clases de Morfología Musical, Musicología, Acústica y Dirección Coral, sino que además generó entusiasmo en sus coreutas y en los miembros del Pro Música, pero por sobre todas las cosas, gestó, desarrolló y robusteció al público con innumerables conciertos y presentaciones en todo el país, y en importantes plazas del exterior. Abrió y allanó caminos, sobre todo para quienes se interesan en los estilos preclásicos, rompiendo el estúpido mito de que sólo triunfan los que viven en Buenos Aires (porque se dice que es ahí donde atiende Dios), llevó al mundo el nombre de la ciudad en la que nació y vivió siempre, desde 1985 en calidad de Ciudadano Ilustre.

Fue uno de los artistas argentinos con mayor cantidad de grabaciones comerciales editadas, que se escuchan con cierta frecuencia por radios de diversos sitios internacionales (especialmente aquellas de música antigua española y americana que son permanentemente citadas en artículos y estudios, por haber sido pioneras y creadoras de la imagen acústica actual del pasado ibérico), y uno de los poquísimos directores locales que han subido sus discos a plataformas de difusión de música en continuo como Spotify, last.fm o iTunes.


Algunos podemos criticarlo, especialmente porque su conjunto no supo (¿no quiso?) aggiornarse y ponerse a tono con las maneras más modernas de abordar la interpretación historicista desde el armado de los programas, la estética sonora (escuché al conjunto hace un año en Buenos Aires, y el producto acústico era igual que el de la década de 1980), o la valorización profesional de sus integrantes (que en su gran mayoría no cobraban cachet por los conciertos o giras). Sin embargo no se puede dejar de reconocer su inmenso aporte al medio musical argentino, que seguramente sería diferente si él no nos hubiera despertado interés por tantas obras que hace algunas décadas parecían imposibles de abordar. Celebremos su coraje, y sus ganas de compartirlo.

contador de visitas