sábado, 26 de noviembre de 2022

Sacar joyas de donde nadie cree




Con el paso de los años, llegué a la conclusión de que entre los estímulos que me resultan más movilizadores, están aquellos que parten de la economía [extrema] de medios: el dibujante que logra un retrato espectacular usando sólo un bolígrafo, una obra de teatro que ví en mi adolescencia en la que el único elemento de utilería era una botella vacía que en la trama se “convertía” en los elementos más disímiles, un concierto al que fui en el que sólo cantaban dos chicas, sin más acompañamiento que un tambor o sus palmas, o esas dos piezas singularísimas de Steve Reich que son Clapping Music y Music for Pieces of Wood (una para un conjunto de personas aplaudiendo, y otra para cinco intérpretes de claves, esos cilindros de madera que en la escuela llamábamos “toc-toc”). Todas hacen maravillas con lo cotidiano, y eso me hace resonar, de algún modo.

El mundillo de la música antigua, en el que paso buena parte de mi tiempo, es todo lo contrario a lo que acabo de describir: instrumentos poco convencionales, conjuntos con nombres impronunciables, directores y conjuntos compitiendo entre sí por exhumar los repertorios más complejos, y la necesidad compulsiva de tener los instrumentos más exquisitos, construidos con maderas preciosas, decorados con detalles magistrales. Pero por sobre todas las cosas, la búsqueda de lo “auténtico”, lleva a la especificidad a niveles delirantes. 


Es por eso que, basándome en la premisa de la economía, mientras pretendo romper un poco con la manía de exquisiteces de la música antigua (de la que sé que jamás podré salir), se me ocurrió preparar un nuevo concierto de obras para flauta dulce sola (más austero que eso no hay!), pero estoy tocándolo con con un consort de flautas de plástico (lo menos exquisito que hay, instrumentos de plástico, asociados a la escuela, considerados un juguete). Este año lo presenté varias veces, en las ciudades de Mendoza, Buenos Aires y Santa Fe, y me pone muy feliz saber que puedo conmover al público, y también conmoverme a mí mismo, desde el uso de medios de apariencia tan poco sutil.

Todo el proyecto del concierto con las flautas plásticas está en un sitio web que podés consultar haciendo click aquí.

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