Mirar el mar, escuchar el mar, pensar el mar.

El mar nunca fue tan musical como en el Barroco. En este episodio de Disfrutar MÁS de la Música Antigua se desata la tempestad para para revelar cómo los grandes compositores transformaron el oleaje en emociones puras (¿o las emociones en oleaje?). Desde las olas furiosas que amenazan la fe en la cantata 81 de Bach hasta los dramáticos naufragios amorosos de las óperas de Vivaldi. Descubriremos cómo el mar se convirtió en la metáfora perfecta del alma humana - ese territorio salvaje de pasiones, miedos y anhelos - a través de arias que son auténticos cuadros sonoros donde el viento sopla en los violines y las olas rompen en la cara del público.

Pero hay más: esta idea musical tiene raíces clásicas en los textos de Horacio, continúa en las alegorías religiosas de San Agustín y llega incluso a sorprendentes obras de arte colonial que mostraban a la Iglesia como una nave divina.

¿Cómo lograron los compositores pintar tormentas con notas musicales? ¿Por qué el mar fascinó tanto al Barroco? Bienvenidos a escuchar, y a pensar.