Durante el verano de 2003 fui convocado por el Museo de Arte Hispanoamericano Isaac Fernández Blanco para formar allí un conjunto dedicado a la música del Barroco Americano. Tras un tímido y dudoso comienzo (algunos músicos que convoqué no quisieron participar porque no les pareció una propuesta del todo seria) hicimos un primer concierto a fines de mayo de ese mismo año. Tras nueve años ininterrumpidos de conciertos en Argentina, y después
varias giras internacionales, hemos sido invitados a hacer un concierto
en el ciclo "Intérpretes argentinos", del Teatro Colón.
Esta participación significa no sólo un reconocimiento a nuestro conjunto, sino también hacia nuestro repertorio. La música del Barroco en América ha pasado por diferentes etapas. Tras la rimbombante novedad, hace décadas, del descubrimiento de archivos musicales latinoamericanos, esta música tuvo un breve y florido momento de esplendor, para después caer en el olvido. El quinto centenario del descubrimiento de América (¡hace veinte años!) revitalizó el repertorio, pero con un interés exitista de parte de aquellos que aprovecharon la efeméride para lanzar un producto meramente comercial y no siempre artístico, lleno de exotismos que pudieran sorprender al público que siempre clama por novedades y rarezas. Pasada esta segunda euforia, el repertorio desapareció de ciertos ámbitos, o quedó relegado a coros amateur o cantantes de poca monta. Sin embargo hubo quienes tozudamente mantuvieron viva la llama y siguieron tocando, investigando, grabando y difundiendo el repertorio. Gracias al trabajo aparentemente invisible de todos los que durante estos últimos veinte años hicimos esta música, se fue tejiendo un espacio, también invisible, para el repertorio.Y es por eso que hoy forma parte de programas de concierto de conjuntos líderes en la interpretación historicista, que se mejoró la calidad de las producciones discográficas, y que tiene espacio en salas de referencia, como el Colón.
Uno de los salmos del oficio de vísperas que cantamos, el número 112 dice "Suscitans a terra inopem, et DE STERCORE ERIGENS PAUPEREM" ("levanta de la tierra al desvalido, y DEL ESTIÉRCOL HACE SUBIR AL POBRE). Le toca a la Capilla el galardón y el gozo de sacar al repertorio del basural musical en que varios lo tiraron para llevarlo al principal teatro de nuestro país, modelo y meca de cuantos disfrutamos de hacer y escuchar música. Brindamos a la vez por todos aquellos que sin darse cuenta nos ayudaron a allanar el camino hasta acá. Ojalá puedan acompañarnos el domingo.
Si quieren saber más sobre el ciclo "Intérpretes argentinos", o cómo conseguir entradas para el domingo, hagan click aquí
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