sábado, 25 de abril de 2020

Pandemia, música y (mucho) silencio




“Óyeme con los ojos,
Ya que están tan distantes los oídos,
Y de ausentes enojos
En ecos de mi pluma mis gemidos;
Y ya que a ti no llega mi voz ruda,
Óyeme sordo, pues me quejo muda.”

Sor Juana Inés de la Cruz nos propuso hace cientos de años este poema que desafía la conjunción del ver con el oír, y que siempre cito como ejemplo de la maravilla de oír cuando parece imposible: oír al leer, oír al ver, oír a oler…

En estos días de Pandemia, los músicos fuimos silenciados a la fuerza, y desde nuestras casas vamos reformulando y creando nuevas formas de hacernos oír, o de que nuestras voces lleguen, de maneras diversas, a públicos también diversos.

Hoy salió en Diario Los Andes, de la ciudad de Mendoza, una nota escrita por Daniel Arias Fuenzalida titulada “El coro de los silenciados: ¿cómo afronta la música clásica mendocina la pandemia?”, y ahí me entrevistaron junto a otros colegas, todos en la búsqueda de nuevas ideas y maneras de seguir adelante con la música.

Si quieren leer la nota completa pueden hacer click aquí, y a continuación transcribo los párrafos en los que se me menciona.

Por otra parte, Ramiro Albino (arpista, flautista y divulgador de la música antigua) nos comenta: "En mi condición de músico independiente, esto se convirtió en una tragedia. Toda mi actividad programada para este año, a nivel provincial, nacional e internacional, está suspendida: cursos, conciertos, presentaciones, masterclasses... todo quedó en una especie de limbo. Y si no trabajo, no hay plata", concluye. "No hice ninguna transmisión vía streaming, pero sí subí algunos videos a mi canal de YouTube, que tiene mi nombre (es fácil encontrarme ahí). Puse videos de conciertos que nunca había subido y también algunas reflexiones sobre la actividad musical y lo que está pasando", apunta.

Agrega: "Opino que hacer transmisiones desde mi casa, quizás con otros músicos o solo, a través de audio y la imagen del celular, no me parece un aporte que en este momento sea necesario. Es decir, si la gente quiere ver videos de música tiene en la web una cantidad impresionante para ver, de excelente calidad sonora, interpretativa y de imagen. Lo podría hacer como una cuestión divertida, pero no creo que sea un aporte. Siempre hice videos a través de las redes y subí cosas, pero hoy no lo veo como un aporte".

"Lo que sí estoy haciendo es estudiar muchísimo y preparar conciertos, clases y publicaciones para después", detalla. De hecho, su proyecto más próximo es lanzar la próxima semana desde un vivo de Instagram (@ramiroalbino) la edición digital de su libro "Guía para disfrutar más de la música antigua", que editó en 2015, se agotó y ahora iba a presentar en la (ya suspendida) Feria del Libro de Buenos Aires.

. . . . . . . . . . .

Gracias a todos por leer la nota, por leerme, por comentar, por ayudarnos entre todos a buscar nuevas ideas para que la vida post-pandemia sea más llevadera de lo que a veces fantaseamos (ojo!, no me malinterpreten, soy súper optimista respecto a todo lo que seguirá!).

domingo, 19 de abril de 2020

Cuarentena, y música, y (muchos) videos...

Y nos agarró a todos la cuarentena, y estamos todos encerrados, y nunca escribí en el blog en estos días. Evidentemente el problema no es de tiempo, pero eso no es lo que nos importa ahora.

Ayer subí a Instagran un video de reacción a la hiper-mega-profusión de videos musicales que recibo en estos días: producciones caseras de contrafactas de canciones conocidas, llevadas a un manual de instrucciones para lavarse las manos, o a versiones de música de cámara u orquestal grabada desde la casa de cada uno de los integrantes de una orquesta o conjunto.

Si quieren ver mi video, hagan click aquí, y si quieren seguirme en Instagram, búsquenme como @ramiroalbino (es fácil!).

Y gracias a ese video, mucha gente comenzó a enviarme diversas producciones caseras de música en contexto de cuarentena, y hoy me llegó este, con música de Monteverdi y una divertida estética pop. Por fin una reacción a los videos de cuarentena hecha desde el arte (el autor, además de plantear un buen video, canta bien!, vale la pena escucharlo) y no desde la disconformidad (como mi video, lo siento!).

Más allá de todo, me alegra mucho que seamos varios los que nos preocupamos por lo que va pasando en el mundo musical durante estos largos y monótonos días.

Aquí les dejo este lamento, que bien vale la pena!




jueves, 20 de febrero de 2020

Otro concierto de flauta sola!


Tras haberlo mantenido silenciado durante algunos años, volveré a tocar el programa "El Edén de las variaciones", dedicado por completo a la música de van Eyck, un repertorio increíblemente hermoso, difícil y sorprendente.

Lo haré un par de veces: en Mendoza el 26 de febrero y en Buenos Aires el 1 de marzo (ya subiré el flyer!). Copio a continuación el texto que escribí para el programa de mano, explicando un poco de qué viene todo esto de van Eyck, las variaciones y el arte holandés de su tiempo.

Ojalá nos veamos en alguno de los conciertos!


El Edén de las variaciones
Música de van Eyck y fotografía de pintura holandesa del siglo XVII

Las expresiones musicales holandesas de mediados del siglo XVII, obvio reflejo de la realidad sociocultural de aquel momento, presentan características de exclusividad que las diferencian del contexto artístico del resto de Europa.

Una región diminuta y aislada por las guerras dio origen a manifestaciones pequeñas de gran perfección. El preciosismo técnico de la pintura, plena de símbolos encriptados bajo una aparente cotidianeidad y simpleza, dialoga con la filigrana de las variaciones para flauta que publicó Jacob van Eyck en sus colecciones “El Edén de la flauta”, a mediados del 1600.

Bajo una fingida sencillez, las melodías de estas ediciones (consideradas la mayor compilación de música a solo para instrumentos de viento), reconstruyen el mundo sonoro de aquellos holandeses que, aparentemente incomunicados, vibraban con las composiciones de moda de toda Europa.

El presente concierto las combina con proyecciones de detalles de pinturas de importantes maestros, ofreciendo un ida y vuelta constante entre imagen y sonido, haciendo próximo un pasado que parecía lejano.

Ramiro Albino


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