lunes, 13 de julio de 2009

Santo Domingo de la Calzada, "donde cantó la gallina después de asada" (parte 4 del relato del camino)

El siguiente post es el cuarto de la serie que escribí en mayo en España, peregrinando a Compostela. El título hace referencia a un milagro medieval ocurrido en este pueblo, que pueden conocer con más detalle visitando el siguiente link:

http://www.lacalzada.es/index.php?id=78

Como siempre, espero que disfruten del relato. Agradezco todos los comentarios que me llegan por e mail, y los invito a que se animen a dejarlos en el blog, haciendo click en "comentarios", a pie del post.
Amigos!

Un saludo desde Santo Domingo de la Calzada, que está celebrando estos días sus 900 años como ciudad.

Llevo recién diez días de camino, me quedan unos 25, es decir algo así como tres semanas y media. Lo pienso y no lo puedo creer!, es como MUCHO tiempo. Ya he pasado por tantos pueblos y lugares, y he visto tantas cosas que por momentos temo que no entren más cosas en mi cabeza… y sin embargo sí.

Hoy el día fue inmensamente largo. Nos levantamos al alba como siempre, y nos desviamos hasta el monasterio-museo de San Millán de la Cogolla, y luego de ahí nos vinimos a Santo Domingo de la Calzada, en total unos 35 km aprox. Es mucho, créanme.
El monasterio de San Millán de la Cogolla
Esta pequeña ciudad es amable, y la fiesta la hace atractiva. Los pueblos son más o menos todos iguales: una calle mayor con casas y palacios blasonados, calles secundarias con casas de poca monta, otrora de artesanos, y una, dos o tres iglesias (dependiendo siempre de la importancia del mismo). Santo Domingo viene preparando el jubileo hace años, así es que la iglesia está engalanada al máximo, restaurados los retablos y pulidas las piedras. Las casas más ricas tienen sus balcones vestidos con pendones de terciopelo, y excepcionalmente con brocados; algunas también ostentan la bandera española. Por estas casas pasó hoy a la tarde la procesión, unas andas de plata sostenían una imagen barroca del santo (con su gallo y su gallina, obviamente), y seguía una carreta tirada por bueyes con mùltiples campanas en el yugo, lo que daba una sonoridad agradable al paso. Tras el santo iban algunos pendones, y luego la gente, bailando al son de bandas, mayormente de chirimías y tambores. La mùsica es ordinaria, pero la algarabía es contagiosa, y hay mucho colorido. Las crónicas de fiestas barrocas que tanto he leído se hacen, de pronto, realidad. La gente aquí es, evidentemente, muy conservadora de tradiciones y celebraciones.
Mañana es mi cumpleaños, y parto temprano hacia Beldorado. No sé qué me depare el día (como todos los días), y no sé qué tal sea ese pueblo. Hasta ahora NINGUNO me ha decepcionado, y es más... la cosa parece mejorar a medida que nos acercamos a Compostela.

Me encanta leer sus mails, y me entanta también que reenvíen los míos (wow!). Sigan escribiendo, casi todas las noches me conecto unos minutos mientras descanso.

Besos y abrazos

Ramiro
Santo Domingo de la Calzada, 10 de mayo de 2009

Retablo de la Catedral de Santo Domingo de la Calzada

1 comentario:

  1. Querido Ramiro: Te conté alguna vez que mi mamá es logroñesa? En San Millán de la Cogolla se encuentras los primeros versos emilianenses, por lo que se lo considera "la cuna del castellano". Un precioso lugar por el que anduve hace algunos años también. Muy lindos tus relatos. Jimena

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