Ayer salieron dos pequeñas notas mías publicadas en Perfil. Una de ellas es sobre el estreno de "Acis y Galatea" de Handel y "La serva padrona" de Pergolesi, a cargo de Juventus Lyrica en el Avenida. La nota fue cortada por los editores, porque hubo cosas que no les parecieron interesantes. Posteo a continuación uno de los segmentos que transformaron en otra cosa, yo insisto en que está bueno leerlo así.
La transformación del medio musical, de los programas de concierto de los ciclos de abono, de la cabeza del público es algo que me apasiona y que me preocupa. Desde el diverso rol que he ocupado en los medios, y desde mi lugar de intérprete me siento feliz de haber contribuído activa y concretamente con el cambio.
Aquí va!
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Transformaciones de nuestro medio musical
Podemos decir, con total orgullo, que el panorama musical de Buenos Aires es vasto, variado y atractivo, y que la ciudad ofrece conciertos de todas las músicas, presentando a artistas locales e internacionales de alto nivel. Puede parecernos que el medio musical es estático, pero si tomamos un poco de distancia podremos mirar las transformaciones y nuevas caras que adquieren nuestras temporadas.
Hace quince años era imposible pensar en ciclos de ópera que no fueran la temporada del Colón. Y de pronto aparecieron “Juventus Lyrica” y “Buenos Aires Lírica”, que trajeron nuevos aires a la ópera, y nuevos sonidos, entre ellos el Barroco. Y los cambios se ven no sólo en los programas de mano, resúmenes o anticipos de temporadas, sino en los artistas.
Para Soledad de la Rosa, esta proliferación del repertorio barroco le permitió volver a sus inicios en Buenos Aires, cuando recién llegaba de Córdoba. Los estilos preclásicos le intersaban, y sabía cómo cantarlos, pero la “ópera daba más para vivir”, recuerda, “no hice más música antigua pero siempre me mantuve en el repertorio”.
Por su parte, Carlos Ullán espera que siga creciendo este panorama de ofertas, para poder llegar a vivir sólo del repertorio que más cómodo le queda. “Lo ideal para un cantante como yo sería cantar, por ahora, Rossini, Bach, Handel, Monteverdi y ni siquiera tocar a Mozart. Pero acá tenemos que ser todo terreno…”
Y los cambios no son tan rápidos como algunos esperan, pero siguen sucediendo. Casi sin darnos cuenta llegará el momento en el que nuestros artisas puedan especializarse en el estilo con el que más vibren, desarrollarlo al máximo, y hacerlo su única fuente de ingresos.
Ramiro Albino
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